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RoopKund: el lago de los huesos.

Que vivimos en un mundo lleno de secretos y misterios sin revelar no es ninguna novedad, así como tampoco lo es el hecho de que hay una realidad que aún nos descubrimos, una llena de magia y de historias fabulosas que convive a diario con nuestra 'real realidad', aquella en la cual todos trabajamos y tenemos un sin fin de obligaciones y cosas por hacer. La pregunta es, ¿qué pasa cada vez que el limite entre ambas realidad se desdibuja? Entonces se producen hallazgos increíbles, que nos dejan pensando e incluso que causan cierta perplejidad entre nosotros, los simples mortales que intentamos traducir el lenguaje de este mundo tan intrincadamente complejo. De uno de esos hallazgos vamos a hablar hoy, y creo que a más de uno les va a quedar resonando esta historia durante un buen rato, al menos a mi me impactó bastante. En fin, no le demos más vueltas al asunto y vamos a lo que nos compete. 
Por un segundo centra tu mirada en el 'lago' de la imagen y decime que te trasmite. En primer lugar quizás tu respuesta sea calma, o paz, o cualquier sinónimo. Pero cuanto más tiempo pases mirando la imagen más inquietud es probable que sientas, y sin dudas después de leer este artículo vas a entender el porque de ese sentimiento de incomodidad. Es que esta foto tomada en RoopKund, un lago perdido en el Himalaya que por algún motivo aún no conocido 'escupe' huesos humanos.  El lugar está deshabitado y se encuentra a una altitud de unos 5.029 metros​El lago está rodeado de glaciares y montañas cubiertas de nieve, lo cual lo hace un lugar bastante atractivo para el turismo y para desarrollar actividades como senderismo. Sin embargo arriesgarse a tomar una caminata por esta zona es casi tan mala idea como tomar una caminata por Aokigahara (el bosque de los suicidas) y el motivo lejos esta de ser una maldición o el folklore que normalmente esta ligado a la zona, sino más bien el hecho real y documentado de que hay una gran posibilidad de que en tu recorrido te encuentres con restos humanos. 
Los restos de huesos humanos están dispersos a lo largo de las orillas del lago Roopkund en el Himalaya.
Y es que la primera vez que se observó este fenómeno no fue que se encontraron uno o dos esqueletos, sino que el guardaparques que tuvo la 'suerte' de hacer el hallazgo se topo nada más, y nada menos, que con 600 esqueletos humanos en diferentes estados de conservación. Pero esto no fue algo de una única vez, sino que cada verano, cuando el deshielo comienza, del lago emergen cientos de huesos que convierten a este lago en uno de los misterios arqueológicos más insólitos de este siglo. 
A lo largo de los años han surgido diversas teorías para explicar a quiénes podrían pertenecer los huesos, así como cuándo y cómo llegaron al "Lago Esqueleto", como le dicen popularmente al Roopkund Lake. Al principio, la gente pensó que podrían ser los restos de soldados japoneses que murieron cruzando el Himalaya durante la Segunda Guerra Mundial, pero los huesos son demasiado viejos. Otros sugieren que fueron víctimas de un desastre natural, una epidemia o inclusive que participaron en un ritual de suicidio masivo. Una de las teorías que tiene más fuerza es aquella que dice que una repentina y severa tormenta de granizo "gigante " impactó y golpeó a un grupo de peregrinos desprevenidos.
El tema es que la ciencia desmintió todas estas teorías, porque gracias a los avances modernos de pudo hacer un estudio exhaustivo de la procedencia de estos esqueletos y resulta que no pertenecen todos al mismo grupo étnico, ni todos pertenecen a la misma época. El grupo de procedencia de los restos óseos es bastante pintoresco y diverso: los investigadores dataron y analizaron el ADN de los huesos de 38 de las personas encontradas y determinaron que la mayoría murió hace unos 1.000 años, pero no de forma simultánea, tal y como reflejaron las pruebas de carbono radioactivo. Otras murieron más recientemente, a principios del siglo XIX. 
  • Grupo A: formado por 23 individuos procedentes del sur de Asia.
  • Grupo B: formado por 14 individuos con antepasados en el Mediterráneo oriental, concretamente Grecia y Creta.
  • Grupo C: un individuo originario del actual sudeste asiático
Todos los restos del sur de Asia datan de alrededor del año 800, aunque no llegaron al mismo tiempo.
Los huesos de origen mediterráneo indican que estas personas vivieron a principios del siglo XIX, al igual que la persona proveniente del sudeste asiático.
El equipo no detectó parentesco (de tercer grado o más cercano) entre los individuos, con lo que tampoco se sostiene la versión de que los esqueletos pertenecen a grupos familiares.
"Tampoco encontramos pruebas de que los individuos fueran infectados con patógenos bacterianos, por lo que no se sustentaría la teoría de que murieron por una epidemia, pese a que advertimos que no encontrar pruebas de ADN patógeno en huesos largos puede significar simplemente que la concentración es demasiado baja para ser detectada", escriben los autores en la revista Nature Communications.
En principio, no se pudo encontrar el motivo de tantas muertes: no se encontraron signos de epidemias y solo algunos esqueletos tienen signos de fracturas sin curar. Esto hace que los investigadores asuman que es difícil creer que todos los individuos murieran de la misma manera.
Los huesos relacionados con el subcontinente indio podrían explicarse por algún tipo de peregrinación religiosa o práctica cultural que se desarrollara en torno esos siglos. El verdadero misterio son las personas precedentes del este del Mediterráneo. Por esto, los investigadores buscaron en los archivos algún tipo de misión o viaje que partiera del Mediterráneo y no han encontrado nada. No hay registro alguno de expediciones, guerras o cualquier otro suceso que pudiera explicar como es que tantas personas de un lugar tan lejano llegaran a dicho lago. 
El misterio continua, y todo indica que durante bastante tiempo va a ser así. ¿De dónde salen tantos huesos? ¿Cómo y por qué llegan a un lugar tan remoto? ¿Será posible que todo esto pueda ser producto de algún suceso sobrenatural?. 
Lo único cierto es que la ciencia aún no logra dar con una respuesta y los huesos siguen apareciendo sin dar tregua alguna.