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Elizabeth Bathory: la historia conocida.

Hace bastante tiempo que quiero dedicarle material exclusivo a esta mujer, en principio porque su historia me fascino desde el primer momento, pero además porque siento que muchas de las cosas que se dijeron sobre ella son falsas. Respecto a esta última afirmación, les aclaro que no voy a entrar en detalles dado que subí todo al respecto a mi canal de YouTube, pueden verlo entrando acá. En este artículo les voy a contar sobre los detalles escabrosos, esos asuntos sangrientos que alimentan el morbo de todos los lectores.
Desde ya quiero comentarles que puede que me ponga un poco gráfica al respecto, aunque no debería sorprenderles, somos pocos y nos conocemos mucho. Espero que encuentren este artículo interesante, y sobre todo, que me dejen en la caja de comentarios sugerencias sobre otros asesinos de los cuales les gustaría que hable. Sin nada más por decir, vamos al asunto que nos interesa.
Elizabeth se crió entre adultos. De hecho la casaron una persona demasiado mayor, ella vio como la vida le pasaba factura a su marido, y como lentamente con los años (y las guerras), su cónyuge se iba degenerando, hasta que finalmente en el año 1604 el hombre encontró la muerte en manos de una extraña enfermedad. Es entonces cuando los sirvientes del palacio afirman que se operó en la condesa un cambió de carácter 'demoníaco'. Pero vamos por partes. 
Lo primero que ocurrió, que se cree desencadenó todo el terror posterior, es que un día una de las siervas de la mujer cometió el error de tirarle del cabello. La condesa embebida en cólera abofeteo a la joven con tal brutalidad que le cortó la mejilla con uno de sus anillos. La sangre cayó sobre la mano de la condesa, que sorprendida observó como aquel liquido hacía que todas sus arrugas desaparecieran y su piel volviera a ser tan bella y tersa como antaño. 
Elizabeth quedó tan impactada que decidió consultar a todas las brujas y alquimistas de la zona. Y cuando estaba a punto de darse por vencida ante la negativa de todos, se cruzó con quien cambiaría su vida en forma definitiva. Ante ella se presentó una desmejorada mujer, quien le comentó las ventajas de la 'magia roja' (magia hecha a base de sangre). Esa mujer tenía las respuestas que la condesa tanto necesitaba. Y en efecto, confirmó sus sospechas de que la sangre tenía el poder de volverla joven. Algo que la mujer deseaba más que a nada en el mundo.
Una vez que la bruja, cuyo nombre se sabe ahora que es Dorothea, le confirmó las ventajas de la sangre, Elizabeth sumida en un estado demencial ordenó que apresen a la doncella, la desnuden, degollen y depositen su sangre en un balde. La mujer se bañó en aquel líquido, y de inmediato sintió como la juventud le era devuelta. Fue el principio de la decadencia.
Desde ese momento los sirvientes tuvieron la orden de abastecerla de jóvenes de entre 9 y 16 años. Las mismas eran desangradas y sacrificadas. Pero tiempo después la práctica se volvería más brutal aún, pues la condesa afirmaba que masticar las mejillas y los senos de las chicas la ayudaba a calmar diferentes dolencias. Por ende agregó a su lista de maldades ese nefasto proceso. Pero sin estar conforme con el grado de brutalidad que ejercía, nuevamente agregó otro procedimiento: quemar con hierros al rojo vivo los genitales de sus víctimas.
Una joven de doce años llamada Pola se escapó del castillo y buscó ayuda, pero dos de las brujas la encontraron y la llevaron por la fuerza ante la condesa, que la recibió vestida con una larga túnica blanca. Ayudada por tres brujas, le arrancó la ropa y la metió en una jaula forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Luego levantaron bruscamente la jaula con una polea y la hicieron balancear, de modo que las cuchillas la destrozaron lentamente.
El infierno parecía no tener fin, y la impunidad con la cual se manejaba la condesa era algo increíble. 
Seguro se están preguntando como fue entonces que una persona que asesinaba en forma tan impune, fue finalmente condenada. La cosa es que llegó un momento en el que las sirvientas comenzaron a escasear en la zona, entonces Elizabeth cometió el primer error: comenzó a buscar a chicas nobles, lo cual levantó la primera ola de sospechas. No obstante, no fue ese el colmo, sino cuando el pastor del pueblo, asombrado ante la cantidad de cadáveres que provenían del castillo se negó a seguir dándoles santa sepultura. 
Entonces la mujer cometió el segundo error: comenzó a ser complemente descuidada a la hora de descartar los cuerpos de sus víctimas. Un arroyo, las zonas cercanas al castillo, los bosques. Cualquier lugar era excelente para deshacerse de alguna doncella que ya no le era útil. 
Fue entonces que el pastor del poblado decidió que ya había sido suficiente, y valiendose de las muertes de las nobles (pues las sirvientas no importaban) envió una carta al rey Mathias II, quien horrorizado buscó un contacto de confianza al cual encargarle la investigación del asunto. 
El conde Jorge Terzo, primo de la condesa y fue encargado de la investigación de los secretos del castillo de Cachtice,y en su testimonio afirmó: "A medida en que recorríamos el lugar, y en una mazmorra, encontramos una docena de chicas que todavía respiraban, pero con sus cuerpos cortados y perforados. En los sótanos rescatamos los cadáveres de cincuenta jóvenes. La condesa, en su diario, había contado a sus víctimas día por día. Hasta ese momento: seiscientas doce torturadas y asesinadas en seis años, más de cien por año. En todas partes había toneladas de ceniza y de aserrín para secar la sangre derramada, y se percibía olor a podrido".
El rey, completamente fuera de sí al enterarse de tantos horrores, ordenó que la mujer fuera decapitada. Pero por intervención de su poderosa familia, la pena fue reducida a ser encerrada en sus aposentos por siempre, privada por completo de la luz del sol, y con sólo un pequeño hueco uniéndola con el exterior. Así vivió los últimos años de su vida, y cuando finalmente falleció, la iglesia católica prohibió que se dijera su nombre y que la enterraran en tierra santa. 
Sus secuaces fueron quemados vivos en la hoguera, los diarios que supuestamente fueron la prueba condenatoria desaparecieron, y cualquier documento que no fuera oficial fue quemado. ¿Por qué tanto hermetismo en torno a una de las personas más nefastas de Europa?. 
Supongo que hay cosas que nunca vamos a saber.